La gente va a hacer cualquier cosa, no importa lo absurdo que sea, para evitar hacer frente a su propia alma
Carl Jung
El verano pasado fui con una amiga que también es PAS a una clase de danza de éstas que me vienen bien para darle una salida sana a toda la intensidad que tengo dentro.
Antes de empezar el evento tomamos algo con otra chica que también es PAS y hablando pues salió el tema de a lo que yo me dedico, claro.
Y la chica me dijo que ella, aunque es PAS, no quiere saber nada de la alta sensibilidad.
Bueno, también me dijo que si “esto de ser PAS tiene cura”, que si puede hacer algo para dejar de ser así.
Yo que ya soy una PAS que no tengo necesidad de convencer a nadie de nada, no la dije lo que le espera en la vida si reniega de una parte tan fundamental de sí misma como es la alta sensibilidad. Ella verá si puede “escapar” de su alta sensibilidad.
La chica, como tantas PAS, (porque hagas lo que hagas no puedes huir de ti mism@) estaba muy metida en temas de desarrollo personal, y en concreto en el Eneagrama, que es otra herramienta de autoconocimiento de la que, por cierto, yo soy muy friki y creo que si sabes cogerla por donde la debes coger, te puede ayudar mucho a conocerte y gestionar partes de ti que de otra manera te van a ser difíciles de descubrir.
En fin, que es bastante típico en el desarrollo personal, el que la gente (en general, no solo las PAS) cojan herramientas o vayan a talleres o terapias que se quedan en las capas más superficiales de la persona y solo les enseñan su lado más amable, o partes de sí mismos que les pueden resultar molestas, pero no demasiado dolorosas.
Bueno, ¿cuál es la ironía en todo esto? Que el autoconocimiento verdadero tiene que ver con excavar en las partes de ti que no te gustan tanto, en eso que ocultas.
Vamos, lo que el psiquiatra Carl Jung llamó la sombra.
Porque sí, es importante que descubras lo bueno que hay en ti, y que te sientas suficiente tal cual eres y que te aceptes y te quieras…pero a esto solo vas a llegar buceando en las profundidades de tu dolor personal. No hay otro camino, de verdad.
Porque como muy bien dijo Jung, uno no se ilumina imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente la oscuridad.
Por esto mismo, muchas de las “soluciones” al sufrimiento que nos quiere vender autoayudolandia se quedan en palabras bonitas y teorías que nos encantan porque nos dan conocimiento sobre nosotr@s mism@s y nos hacen creer que estamos haciendo algo, avanzando en alguna dirección, pero que, a muy medio, largo plazo no cambian nuestra vida en lo más mínimo.
Por eso, cuando hablamos de alta sensibilidad si SOLO hablamos de las cosas buenas y bellas que nos da el rasgo (que existen y son muchas por cierto) pues no estamos comprendiéndonos ni a nosotr@s ni al rasgo en su conjunto.
Que sí, que es necesario ver el rasgo en su totalidad con todo lo bueno que nos aporta y no darlo por hecho y fijarnos solo en lo negativo que nos da para comprender bien que es la alta sensibilidad.
Pero el problema es que, si no sabes gestionar las cosas no tan buenas de la alta sensibilidad, no vas a poder disfrutar bien de las cosas buenas que te da el ser una PAS.
Si eres PAS ya sabes perfectamente de lo que hablo cuando me refiero a la cara más oscura de la alta sensibilidad: sobreestimulación y cansancio crónico, saturación sensorial, sentirse sobrepasado por las emociones y pensamientos…vamos todas estas cosas que vienen de por una parte vivir en un mundo, no sé si llamarlo antiPAS, pero sí con unos niveles de estimulación muy diferentes a los que necesitamos las PAS y por otra parte del no conocer bien el rasgo y gestionarlo.
Porque si, puedes disfrutar mucho de la naturaleza o de la música…pero si tienes mucha ansiedad producto de la sobreestimulación crónica y de no saber manejar tanto estímulo al que se ve sometido tu sistema nervioso, pues la ansiedad es lo primero.
(Y pongo el ejemplo de la ansiedad, pero puede ser saturación, dolor físico, no poder dejar de darle vueltas a algo que está en tu cabeza… lo que tengas tú).
Por otra parte, los que somos así tenemos una cierta vocación de servicio y de querer ayudar a los demás. Lo cual está muy bien.
Pero, ¿cómo vas a ayudar a la gente si eres incapaz de poner límites, si te empapas de las emociones ajenas, si te sientes sobrepasado por la intensidad de tus propias emociones, si no puedes dejar de darle vueltas a las preocupaciones?
¿Cómo vas a ser capaz de cambiar algo en el mundo, por ejemplo, en tu trabajo, si no te crees suficiente y no eres capaz de expresar tu opinión?
Aparte de que es difícil tener una buena vida si eres incapaz de tomar tus propias decisiones, si te quedas paralizad@ por el perfeccionismo obsesivo o estás todo el día agotad@ porque quieres hacer muchas más cosas de las que puedes hacer y no sabes elegir porque te gusta todo.
Es fácil que tus proyectos se queden en planes y en buenas intenciones si estás todo el día cansad@ y agotad@ porque no gestionas la gran cantidad de estímulos a los que está sometido tu sistema nervioso, y si apenas duermes.
¿Cómo vas a tener una buena autoestima, por mucha terapia que hagas si no aprendes a dejar de castigarte por cómo funciona tu sistema nervioso?
Si tienes un diálogo interior negativo y castigador, si te crees demasiado sensible, si sientes que siempre tienes que ir interpretando un personaje que no eres tú para ser aceptado y encajar en el mundo?
¿Cómo puedes avanzar en tu vida si te quedas enredad@ en tus pensamientos como si se tratase de una madeja de hilo delante de tus ojos que no te deja ver lo que tienes enfrente de ti?
En fin, que al igual que la chica que es PAS pero que no quería saber nada de ser “así”, da igual lo mucho que corras y lo que intentes huir de quién eres, que siempre, siempre, en cada paso que des, te vas a encontrar contigo mism@.
Y a lo mejor, si empiezas a bucear en todo eso que te da miedo de ti, esa persona que te encuentres te va a gustar de verdad.
Te espero en los comentarios 😉
Buenas tardes, tiene consultas en línea, con referente al tema que acabo de leer en este blog.
Hola Francisca. Si, doy sesiones online. Si quieres más detallese puedes escribir un mail a mariagomezpsicologia@gmail.com y me cuentas tu caso.
Abrazo
Sencillo y llamando las cosas por su nombre… sin rodeos. Exposición muy práctica. Te coloca frente al espejo…
Gracias José. Abrazo